La estética nórdica se caracteriza por su enfoque en la luz natural y el uso de materiales orgánicos como la madera, el lino y el algodón. Estos materiales no solo aportan una sensación de calidez y confort, sino que también promueven un estilo de vida más sostenible y conectado con la naturaleza. 

Los colores neutros, como los blancos, grises y beiges, dominan el esquema de color y proporcionan una base tranquila y versátil que se puede complementar con toques de color verde de las plantas y detalles decorativos que añaden personalidad y dinamismo al espacio.

En mi propuesta he prestado especial atención a la funcionalidad del salón-comedor diseñando un espacio que no solo es estéticamente agradable, sino también altamente práctico para el uso diario. Cada elemento ha sido seleccionado para maximizar el uso del espacio de acuerdo con los muebles delimitando tanto área de descanso como el espacio destinado al comedor.

Como resultado final del proyecto hemos logrado crear un ambiente armonioso donde cada elemento contribuye a una atmósfera de tranquilidad y confort.

El salón-comedor no será solamente un lugar ideal para disfrutar de comidas y reuniones familiares o con amigos, sino también un refugio donde relajarse y desconectar del ajetreo diario. 

La integración de plantas y otros elementos naturales aporta beneficios para la salud y el bienestar, creando un entorno más saludable y agradable para sus ocupantes.

Finalmente he logrado transformar el salón-comedor en un espacio moderno y acogedor, que combina funcionalidad y estilo en perfecta armonía.

Esto es un claro ejemplo de cómo un buen diseño puede mejorar la calidad de vida.